Dios procesa a sus hijos

ARMANDO JAVIER CABALLERO ALVARADO
3 min readMar 14, 2023

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Deuteronomio 8:2 (NBLA): »Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no Sus mandamientos.

La soledad, la falta de recursos, la ausencia de personas queridas, etc., sacan a la luz lo que hay en nuestro corazón y cuanto es nuestro compromiso con Dios.

Muchas veces solo hablamos cuando estamos bien, pero cuando vienen días malos ¿hacemos lo que decimos?

Pasar por el desierto es necesario para que Dios purifique nuestro corazón, al igual que el pueblo de Isarel, “Dios sacó a Israel de Egipto, pero también fue necesario sacar a Egipto de su pueblo”.

Por esta razón, todo verdadero hijo de Dios necesita ser pasado por el desierto, es un proceso largo y doloroso que va en contra de nuestra naturaleza y cultura de hoy, al menos por dos razones principales, primero, porque a nadie le gusta sufrir, todos quieren superarse y evitar el dolor, y segundo, porque nuestra cultutra moderna persigue el humanismo, es decir, satisfacción inmediata.

Dios es un Padre amoroso y busca que volvamos nuestros corazones a Él, eso fue lo que hizo con Israel en el desierto, “escudriñar su corazón y disciplinarlo como un padre a su hijo”.

Dios llevó de manera intencional a Israel al desierto por un tiempo, como parte de su plan. El desierto es un lugar de transformación. No importa si tu desierto se llama “desempleo”, “soledad”, “enfermedad” o “muerte”. Lo importante es que al salir de allí, tu serás mejor o peor persona. Quizá resultes convirtiéndote en alguien mas maduro en el Señor y mas sensible a su voz, o tal vez en alguien amargado, cínico y desesperanzado, pero !jamás saldrás igual!

Personalmente, pienso que la pandemia fue un acto soberano de Dios, a todos nos enclaustro por casi dos años y medio. Durante ese tiempo muchos cristianos se dedicaron a descansar, mirar TV o hacer actividades de ocio. Cuando retornamos a la presencialidad muchos dejaron dejaron de asistir a la iglesia mientras que otros se mantuvieron firmes.

A muchos de nosotros nos tocó quedarnos solos en casa, y es ahí donde Dios nos probó. En mi caso, puedo decir que fue así, Él sacó a la luz lo que aún había en mi corazón y me mostró la basura que aún había en él. En ese mismo periodo de tiempo Dios permitió que enfermara a tal punto que ni pude caminar. En soledad, enfermo y sin ayuda, me hizo entender que aún era un miserable pecador y que solo podía depender de Él y de nadie mas. Me arrepentí humildemente y pedí perdón por mis pecados.

Ahora puedo testificar que Dios me hizo pasar por este desierto para procesarme y el resultado fue madurar, entender a mi esposa, amar mas a mi familia y ayudarlos, amar a mi iglesia y a mis pastores. Solo puedo decir gracias Señor por el dolor, la soledad y el sufrimiento, porque fue la oportunidad perfecta para profundizar mas mi relación y comunión con Cristo, porque solo Él es la provisión de Dios para sus hijos en medio del desierto.

¿Estás pasando por el desierto? Recuerda que estás siendo procesado por Dios.

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ARMANDO JAVIER CABALLERO ALVARADO

Jesucristo es mi Señor. Amo estudiar la Biblia. Ms. Ing. Software de profesión