El mundo

ARMANDO JAVIER CABALLERO ALVARADO
3 min readNov 18, 2022

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1 Juan 2:16

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Es palabra “mundo” en este contexto bíblico no se refiere al planeta tierra, sino al sistema que es dominado por Satanás. Por lo que este sistema mundano es una cuestión del corazón del hombre. Si nuestro corazón está cautivado con este mundo mas que a Dios, entonces seremos atraídos por todo lo que proviene de él y en consecuencia nuestra manera de vivir será de acuerdo a sus prácticas.

En el texto bíblico citado tenemos tres puntos que el apóstol Juan identifica, que si no se controla, atrapará a la persona en un estilo de vid pecaminoso.

  1. Los deseos de la carne o sensualidad, es una reacción corporal y emocional a los apetitos carnales. En el blog anterior, hablé precisamente de la naturaleza carnal caída. El hombre sin Cristo es guiado por su carne o naturaleza caída, vive pecando y se deleita en él. Cuando ya estamos en Cristo, nuestra lucha ahora es contra nuestra propia naturaleza y se opone al espíritu (Gálatas 5:17). Ahora amamos mas a Dios que no nos rendimos a los deseos que proviene de la carne.
  2. La deseos de los ojos o codicia, es una estimulación orientada al intelecto e impulsada por la imaginación que tomará el control de la conducta. En Mateo 6:22, Jesús dijo que nuestro ojo es la lámpara de nuestro cuerpo, si nuestro ojo está en tinieblas todo nuestro cuerpo estará en lo mismo. En Génesis 3:6, Eva vio que la fruta prohibida era buena para comer y que era un deleite para sus ojos.
  3. La vanagloria de la vida o soberbia, es un deseo egocéntrico impulsado por el orgullo. El hombre natural quiere la alabanza para si mismo y no para Dios (Juan 12:43). Asimismo, en Génesis 3:6, Eva también fue seducida por su orgullo, quería ser como Dios y ser sabia en ella misma.

Este mundo es gobernado por Satanás y todo este sistema de ideologías, moda, filosofías, prácticas y sociedad están controladas por él. La inmoralidad es un pecado que se ha estandarizado en todas las sociedad alejados de Dios.

Como pueblo de Dios tenemos que tener mucho cuidado y discernimiento como estamos andando. Así como Adán y Eva cayeron en desobediencia, también nosotros podemos hacerlo a menos que estemos alertas.

Satanás está tratando de alejarnos del amor de Dios, que amemos mas a lo que el mundo ofrece.

Según las Escrituras, tenemos que tener claro que este mundo es temporal y que todo se acabará, en contraste con la promesa de la eternidad del cielo (1 Juan 2:17)

Recuerda que cuando dejemos de existir en esta tierra, todo se irá al instante, de nada sirvió haber sembrado tanto en este mundo.

Procura sembrar diligentemente para la eternidad, eso es el mejor tesoro que tenemos. Cuida tus deseos, tus ojos y tu corazón.

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ARMANDO JAVIER CABALLERO ALVARADO

Jesucristo es mi Señor. Amo estudiar la Biblia. Ms. Ing. Software de profesión