Un corazón regenerado

ARMANDO JAVIER CABALLERO ALVARADO
3 min readJan 26, 2024

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Ezequiel 36:26–27

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.

¿Como puedo saber si mi corazón ha sido regenerado?

Asistir a la iglesia no indica que eres salvo, haberte bautizado tampoco y ser hijo de creyentes tampoco te da una entrada al cielo.

La regeneración hace referencia al nuevo nacimiento, que es obra única y exclusiva del Espíritu Santo mediante el cual el alma del pecador es convertida de modo eficaz.

La regeneración fue anunciada desde el antiguo pacto, “Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos.” (Jeremías 32:39)

En el nuevo pacto, el apóstol Pablo usa dos imágenes para hacer referencia a la regeneración, una nueva creación: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17) ; “Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.” (Gálatas 6:15) ; y una resurrección: “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:4)

Por tanto, una persona sabrá que ha sigo regenerado verdaderamente por los efectos de la misma que produce en su vida.

El primer efecto es la conversión; es decir, fe y arrepentimiento. El pecador reconoce y se arrepiente de su pecado y ahora quiere vivir para la gloria de Dios.

El segundo efecto es una disposición en el corazón, es decir, no puede seguir viviendo como antes. No podrá vivir en paz con sus ídolos. Empieza a odiar las cosas que antes amaba y comienza a amar las cosas que antes odiaba. “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.” (1 Juan 3:9). Hay un cambio radical en sus afectos y deseos. Si este cambio no se ha dado, es probable que no haya nacido de nuevo.

El tercer efecto es la manifestación continua del fruto del Espíritu Santo en la vida del regenerado: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.” (Gálatas 5:22–23).

El cuarto efecto es un profundo amor hacia Dios y su iglesia: “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.” (1 Juan 4:7)

El quinto efecto es una pasión por la Palabra De Dios. “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,“ (Juan 10:27) Las ovejas se gozan por su Palabra, mientras que las cabras se aburren. Una clara señal de que alguien ha nacido de nuevo es por la pasión y hambre por la sana doctrina.

Ahora te pregunto, ¿de verdad has nacido de nuevo? ¿Te has convertido? ¿Tu corazón ha sido regenerado? ¿Se ve el fruto del Espíritu Santo en tu vida? ¿Hay amor hacia Dios y su iglesia? ¿Tienes hambre y pasión por la Palabra De Dios?

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ARMANDO JAVIER CABALLERO ALVARADO

Jesucristo es mi Señor. Amo estudiar la Biblia. Ms. Ing. Software de profesión