Yugo desigual
2 Corintios 6:14:-15
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
Charles Swindoll dijo: “cuando usted pone un guante blanco en el lodo, no es el lodo que toma el color blanco del guante sino que es el guante blanco que toma el color sucio del lodo.”
El apóstol Pablo pone un énfasis muy importante en el texto bíblico que es ignorado por muchos cristianos. No existe nada en común entre un creyente y un incrédulo. Este hecho puede extenderse a cualquier asociación de cristianos e incrédulos.
Cuando hablamos de matrimonio, vemos que esta union esta prohibida por la Palabra De Dios, porque constituye un yugo desigual. En el matrimonio los esposos se unen en una sola carne tanto espiritualmente como físicamente, por tanto no es consistente una unión entre la luz y las tinieblas. Lamentablemente muchos jóvenes creyentes hacen caso omiso a este mandato y luego ven las consecuencias de vidas desgraciadas al tener cónyuges incrédulos, que se oponen a sus creencias y al final terminan participando en prácticas del mundo y abandonando su fe.
Asimismo este mismo principio aplica para otras asociaciones, como negocios donde individuos creyentes e incrédulos quieren formar sociedades. La pregunta que siempre tenemos que hacer es ¿qué tiene en común un creyente con un incrédulo?
Hay muchos testimonios y experiencias donde se relata los conflictos que se producen cuando estas asociaciones se dan. El incrédulo no tiene temor De Dios y por tanto para él es normal la corrupción o las cosas deshonestas. El peligro que puede conllevar esto es que sea el incrédulo quien termine influenciando al creyente, como se ha visto en la mayoría de los casos por costumbre.
Recuerde que el pueblo de Israel fue elegido para que sea una nación santa, apartada de los otros pueblos paganos que estaban alrededor de Canaan. Sin embargo, en la historia vemos que terminaron adoptando sus costumbres, porque es mas fácil terminar ser influenciado por el mal.
Ten cuidado, recuerda este principio al elegir quien será tu esposo(a), con quien haces negocios, a quien dejas entrar al círculo de tu familia. Dios te de sabiduría y discernimiento.